Un espacio para narrar la vida de una sumisa en el siglo XXI
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Once Ningún padre de la iglesia ha sabido explicar por qué no existe un mandamiento once que ordene a la mujer no codiciar al hombre de su prójima.
Su amor no era sencilloLos detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Oi, vim deixar um beijo e te convidar para conhecer meu novo blog.Beijos com carinho.http://gatelatres.blogspot.com/
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarOnce
ResponderEliminarNingún padre de la iglesia
ha sabido explicar
por qué no existe
un mandamiento once
que ordene a la mujer
no codiciar al hombre
de su prójima.
Su amor no era sencillo
ResponderEliminarLos detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Oi, vim deixar um beijo e te convidar para conhecer meu novo blog.
ResponderEliminarBeijos com carinho.
http://gatelatres.blogspot.com/